Este mundo está lleno de violencia, muchas veces pasamos rápido por la vida y no miramos al vecino, que puede estar sufriendo, no somos capaces de compartir una pequeña conversación, con quien sea, a lo mejor un “buenos días”, puede hacer la diferencia para aquella persona que se encuentra sola y desesperada.
Luego cuando llegamos a nuestras casas y encendemos nuestros televisores para ver desde un sillón cómodo, en las noticias, en forma casi morbosa, el sufrimiento de otra gente, y nos enteramos así de que una niña se ha suicidado porque había terminado con el pololo, y en el informativo sale la madre hecha un mar de lágrimas diciendo: "no entiendo ¿por qué lo hizo?, si ayer andaba tan bien", pero es esta misma mujer que sumida en su consumismo letal, con preocupaciones superficiales, la que el día anterior no quiso hablar con ella, porque no tenia tiempo.
Entonces les digo hay que detenerse de ves en cuando y mirar hacia el lado, fomentar la comunicación en nuestras familias, porque el próximo niño o niña de las noticias puede ser tu propio hijo.