domingo, julio 09, 2006

Suicidio


Sus ojos se nublaron,
perdidos,
Volteados,
sin ser sellados,
todo por sus anhelos,
no querer ver más al mundo,
sosteniendo el objeto brillante,
aquel que acalló sus penas
en el otro el opaco,
donde contuvo el elixir ensoñador,
valedero,
que le daba fuerzas,
desgarrando así las líneas que unen la vida,
poco a poco se apagó,
el vapor de agua se teñía ,
dejando la huella de la furiosa huida,
en un rojo rabioso,
en un escarlata sucio de muerte,
si la vieran ahora,
recostada en sueños,
con los ojos cristalinos,
impíos de tristeza.

viernes, julio 07, 2006

Ojos de Tristeza


Este mundo está lleno de violencia, muchas veces pasamos rápido por la vida y no miramos al vecino, que puede estar sufriendo, no somos capaces de compartir una pequeña conversación, con quien sea, a lo mejor un “buenos días”, puede hacer la diferencia para aquella persona que se encuentra sola y desesperada.
Luego cuando llegamos a nuestras casas y encendemos nuestros televisores para ver desde un sillón cómodo, en las noticias, en forma casi morbosa, el sufrimiento de otra gente, y nos enteramos así de que una niña se ha suicidado porque había terminado con el pololo, y en el informativo sale la madre hecha un mar de lágrimas diciendo: "no entiendo ¿por qué lo hizo?, si ayer andaba tan bien", pero es esta misma mujer que sumida en su consumismo letal, con preocupaciones superficiales, la que el día anterior no quiso hablar con ella, porque no tenia tiempo.
Entonces les digo hay que detenerse de ves en cuando y mirar hacia el lado, fomentar la comunicación en nuestras familias, porque el próximo niño o niña de las noticias puede ser tu propio hijo.



Ojos de tristezas

La niña con cuerpo de mujer,
tiene rencores escondidos,
no le importa nadie,
solo secretos lleva consigo.

Es rebelde por lo pasado,
mira sin ver donde camina,
sus pasos deja ver firmes,
en su alma el miedo la domina.

No ven lo que sus ojos pesan,
llegan asta el suelo mismo,
nadie ha podido verlos,
solo un amor de antes, un niño.

Su amor, su suspiro primero,
el que fue su único cariño,
era el que la amaba,
para ella su camino.

La amargura llego una noche,
Golpeó con fuerza su puerta,
luces, reflectores, noticias,
su niño traía la muerte a cuestas.

Un certero puñal en su vida,
en sus trece memorias,
por no querer ser por ellos,
portador de demoníacas victorias.

La niña con cuerpo de mujer,
lleva grabado los ojos,
con dolores que no son ajenos,
son Culpas heredadas de otros.